1 de noviembre de 2014

Escribo minutos antes de ir al aeropuerto para regresar a Barcelona. Nuestros últimos días aquí han sido geniales, como todo el viaje de hecho. Quizás no insistí nada en la belleza del Perito Moreno, pero por las fotos supongo que no había que decir mucho más...
Nuestra excursión a Estancia Cristina también moló mucho. Nos recogieron en minibus a las 7 de la mañana, con un frío que pelaba. Tras una hora de carretera, embarcamos en un moderno barco (que tampoco tenía calefacción) para iniciar una navegación de unas tres horas hasta la Estancia Cristina, muy cerca del glaciar Upsala. El trayecto se hizo entre témpanos de hielo azules (a la vuelta vimos unos mucho más grandes y bellos), y hacia el final, debido al viento, se hizo más agitado. Una vez allí  nos recogieron unos 4x4 que nos llevaron a un imponente mirador. El camino, impracticable, mientras empezaba a nevar, daba una imagen de postal. En el mirador pudimos apreciar la grandeza del glaciar Upsala, y de regreso comimos en el restaurante de la estancia un cordero asado riquísimo. Luego nos mostraron el museo y dimos una vuelta por los aledaños (ahora hay unas cabañas de lujo, a 1000 dólares la noche). A la vuelta a Calafate cenamos en La Tablita, una parrilla cercana buenísima.

Al mediodía siguiente nos vinieron a recoger mas tarde de lo previsto, por los retrasos de vuelos debido a las tormentas del día anterior, y aprovechamos para comer más carne en el Ricks. El vuelo se hizo bastante largo, pues hizo escala en Bariloche (donde aterrizamos entre grandes turbulencias y algún grito de miedo de algún pasajero). Y en Buenos Aires acabamos cenando en un McDonald's vecino al piso de Fabiana.

Ayer lo dedicamos a visitar el centro de la ciudad. Bajamos en la parada de metro de tribunales y fuimos a ver a Norberto a su taller de joyería. Luego caminamos por la calle comercial Florida, y tomamos un taxi hasta Puerto Madero, precioso, donde comimos. El día empezó con lluvia pero luego salió el sol. De Puerto Madero, otro taxi hasta las magníficas Galerías Pacífico y más compras de souvenirs por la Florida. Y regreso en un metro atiborrado al piso. Como era nuestra última noche, pasamos a visitar a Norberto y Dina, y luego cenamos con ellos y Juan, Graciela, Pepe y Fabiana en el restaurante vecino Lo de Paca, un aquelarre de carne tremendo (tanto que hoy no tengo ganas ni de desayunar).  Nos lo hemos pasado increíble estos 15 días. Muchísimas gracias a Fabiana por todo, así como a su amabilísima familia. Un placer conocerlos. Volveremos seguro.



29 de octubre de 2014

Pinguïnos, lobos marinos y glaciares

Tengo muchas cosas que contar, así que iré al grano. El sábado pasado fuimos a Punta Tombo, a ver pingüinos. Un largo viaje en un minibus no demasiado cómodo, pero que valió la pena. Vimos muchos de estos animales, a lo largo de un camino de tierra de casi dos kilómetros que transcurría en paralelo a la playa. Lo más curioso es que algunos pingüinos lo atravesaban para llegar al mar, y nosotros teníamos que cederles el paso en el que caso que intentaran pasar. Había muchísimos turistas, pero por suerte se repartían a lo largo de todo el paseo, que tenía diversos miradores. Después de un par de horas, comimos allí y luego visitamos un pequeño museo vecino de la reserva natural. De regreso al hotel, acabamos cenando de nuevo en los Buenos Hermanos, donde nos encontramos con unos catalanes que viajaban por Argentina y que nos recordaron que fuéramos a votar el 9-N. Luego nos fuimos a dormir pronto, pues al día siguiente volvíamos a madrugar.

El domingo fue nuestro último día en Puerto Madryn, una localidad pequeña y tranquila de playa, pero sin demasiado encanto. Antes de volar de regreso a Buenos Aires, hicimos snorkel con lobos marinos. Me lo había recomendado mi amiga Núria, que hacía 3 semanas lo había hecho allí mismo, y fue realmente sensacional. Lídia y yo nos pusimos un traje de neopreno seco (más caro que el húmedo) para protegernos del frío del agua. Y embarcamos junto a un grupo de 6 (un español, un argentino y 4 alemanes) hacia la reserva dónde se encontraban los lobos marinos. Antes nos habían puesto un corto vídeo explicativo del entrenamiento necesario (para permanecer juntos y no asustar a los lobos). Solo teníamos 45 minutos en la reserva (pagamos por el vídeo), pero los aprovechamos muy bien gracias a nuestro instructor, apodado el gringo. Multitud de cachorros de lobos marinos se nos acercaron para jugar con nosotros. Incluso algún macho también vino. Aunque no paraba de entrarme agua en la máscara debido a mi bigote, fue genial. Una experiencia única totalmente recomendable. Luego comimos en el bistró de la playa antes de volar a Buenos Aires.

Al llegar a la capital, a media tarde, Fabiana nos vino a recoger al aeropuerto internacional y nos dio un tour en coche por el centro de Buenos Aires, Puerto Madero, precioso, el puerto y sus aledaños. Y cenamos en un restaurante mexicano de las afueras de la ciudad muy bueno. 

El lunes a primera hora tomamos un taxi hacia el aeroparque (el aeropuerto de vuelos nacionales que se encuentra en la ciudad) para volar hacia El Calafate. Cuando nos recogieron, nos enteramos que la excursión del miércoles, al parque natural chileno de Torrres del Paine, duraba 5 horas de ida y 5 más de vuelta, por lo que quisimos cancelarla y cambiarla por otra no tan cansada. Pero no nos devolvieron el dinero, una mierda. Después de dejar las maletas en el hotel, el acogedor Rincón de Calafate, caminamos hasta el centro (esta vez más cercano que en Puerto Madryn, a unos 20 minutos a pie) y tomamos una minivan gratuita hasta el museo del Glaciarium. Tras la interesante visita, bajamos (previo pago también) al bar de hielo, donde en 25 minutos había barra libre. Nos pusieron unas capas térmicas y unos guantes, y nos dieron un vaso de hielo. Yo probé un licor muy fuerte (no recuerdo el nombre) con coca-cola, y luego me tomé dos amaretos. De regreso, cenamos un cordero a la brasa buenísimo en el restaurante Rick's. 

Y hoy hemos hecho la excursión al glaciar Perito Moreno. Un bus nos ha llevado hasta el parque, que estaba a unos 80 km, por una carretera preciosa. Suerte que Lidia llevaba  algunos euros, porque yo me he olvidado de coger pesos, y no teníamos suficiente para pagar las entradas del parque (no aceptan tarjetas). Tras bajar del autocar, hemos tomado un barco que nos ha cruzado el río y nos ha dejado en un refugio. Un breve paseo por el bosque y nos hemos puesto crampones para subir al glaciar. Y hemos caminado sobre éste más de hora y media. Los guías eran muy amables. Luego hemos comido un bocadillo por allí y tras coger otro barco y un bus, hemos llegado al otro lado del glaciar, donde hay unas pasarelas enormes para verlo. Lástima que soplaba un viento helado, y no nos hemos quedado demasiado. De regreso a El Calafate, hemos intentado, en vano, que nos devolvieran el importe de la excursión a Torres del Paine. Al final hemos pagado en otra agencia por otra más relajada a Estancia Cristina: navegación al lado de témpanos de hielo y luego ruta en 4x4 más visita turística al museo del pueblo. De todas formas, nos vienen a buscar a las 7 de la mañana y regresamos a las 9 de la noche... Después hemos cenado una pizza muy buena en el restaurante La lechuza y ahora nos vamos a dormir. 

Pasado mañana regresamos a Buenos Aires y nos quedamos allá hasta el sábado. Supongo que escribiré la última entrada de este viaje en el blog de aquí a un par de días.  


















25 de octubre de 2014

Elefantes marinos y ballenas

Escribo desde Puerto Madryn, en el noreste de la Patagonia. Llegamos ayer en un vuelo de madrugada. Pero antes explicaré lo que hicimos anteayer en Buenos Aires. Por la mañana desayunamos en otro café vecino, y con Fabiana caminamos hasta el Monumental, el cercano estadio del River Plate. Desde allí tomamos un taxi hasta el cementerio de La Recoleta, donde hicimos un interesante tour guiado por sus bellísimos panteones (vimos, entre otras, la tumba de Evita Perón). Después de probar en una terraza vecina una pequeña selección de distintas cervezas, recorrimos a pìe las calles vecinas y tomamos un taxi hasta el barrio de Palermo. Allí comimos una carne excelente en el restaurante La Cabrera, y luego fuimos de tiendas por allí (hay muchísimas, y muy chulas). Yo finalmente encontré la tienda New Balance que buscaba y me compré unas bambas. De regreso a casa, caminamos un rato hasta coger el metro. Cenamos en casa de Norberto y Dina, con la hermana de Fabiana (y ésta), su marido y sus hijos. Esa noche había partido del River, y al volver a casa tras la cena pudimos escuchar el estruendo provocado por un gol de los locales en los últimos minutos.
Dormimos muy poco, pues a las tres nos pasó a recoger un taxi para llevarnos al aeropuerto, esta vez el que se encuentra dentro de la ciudad. Llegamos con demasiada antelación y tuvimos una hora antes de embarcar. A la llegada a Trelew, a las 7h30 de la mañana, notamos la bajada de la temperatura respecto a la capital. Nos recogió un minibus para llevarnos al hotel La Posada, muy bonito pero un poco alejado del centro (a 2 km). Como la habitación no estaba lista hasta las 15h, desayunamos y nos estiramos en las tumbonas del bonito jardín un par de horas. Luego caminamos hasta el centro, y contratamos una excursión el próximo domingo por la mañana para hacer snorkel con lobos marinos. Comimos en el restaurante Plácido, que nos había recomendado el guía que nos recogió en el aeropuerto. Yo una caldereta de pescado buenísima, y Lidia un pescado excelente. Lo más curioso es que la puerta del lavabo del local, muy refinado, estaba medio rota y por poco se cae abajo...
Regresamos en taxi al hotel e hicimos una buena y reparadora siesta. Luego cenamos en el restaurante del centro los Buenos Hermanos, un arroz con pescado tremendo. Y regresamos al hotel pronto pues estábamos cansados y hoy también madrugábamos.

Esta mañana hemos salido hacia Península Valdés a las 7h30 de la mañana. La excursión contratada nos ha llevado primero a ver elefantes marinos, una pasada, en la playa de Punta Delgada. Tras comer, hemos llegado hasta Puerto Pirámides, donde hemos embarcado para ver ballenas. Y hemos visto unas cuantas desde bastante cerca, aunque he encontrado la experiencia demasiado turística y un pelín agobiante por exceso de personas. A la vuelta hemos cenado fatal en el restaurante El Almendro.

Mañana visitaremos la pinguinera y el domingo haremos snorkel con los lobos marinos, y después regresaremos a Buenos Aires (para volver a marcharnos el dia siguiente a El Calafate). Aquí en Puerto Madryn hace muy buen tiempo pero mucho viento: el sol pica, pero también hace fresco. La Patagonia es un lugar bellísimo. No puedo colgar fotos porque el wifi no tira...





 

22 de octubre de 2014

Mieleros en Buenos Aires

El vuelo de Air Europa de Madrid a Buenos Aires, de doce horas y media, fue bien. Por suerte habíamos reservado previamente dos asientos situados en el lateral derecho del avión, porque este iba lleno. Pese a que en el momento de embarcar anunciaron un retraso por causas técnicas de 85 minutos, al final resultó que sólo fue de 20 minutos. Las películas disponibles (sólo 8) no eran en principio demasiado atractivas (ya había visto los blockbusters "Al filo del mañana", "X-Men: días del futuro pasado" y "El amanecer del planeta de los simios"): dormí "Maléfica" íntegramente, me divertí con casi toda la comedia romántica "Juntos y revueltos" con Adam Sandler y Drew Barrymore, y vi trozos de "Cómo entrenar a tu dragón 2". Por otro lado, tuvimos una tormenta eléctrica bastante espectacular, aunque no llegué a tomar fotos de los rayos que caían bastante cerca de nosotros. La comida, bastante flojita. También empecé el tremendo ensayo sobre la cocaína de Roberto Saviano, "Cero cero cero". Llegamos más o menos puntuales sobre las 8h30 de la mañana del lunes. Colas larguísimas en el control de inmigración, dónde nos tomaron la huella digital del pulgar y una foto con una webcam. Nos vino a buscar en coche Fabiana, que llegó justo cuando acabamos de recoger nuestras maletas. Tras 45 minutos en los que encontramos bastante tráfico, llegamos a su bonito apartamento de Belgrano. Tras ducharnos fuimos a ver a sus padres, que viven muy cerca. Comimos allí con su madre Dina diversos embutidos riquísimos, pollo en escabeche y helados de dulce de leche y otros sabores. Cuando nos disponíamos a irnos llegó su padre, Norberto, y nos quedamos un rato más charlando con ellos en su acogedora casa. Como llevábamos un jet lag considerable (aunque Lidia durmió bastante más que yo en el vuelo), descansamos un par de horas en el piso de Fabiana. Luego ésta nos vino a recoger y fuimos al cine Premium Hoyts a ver "Magia a la luz de la luna", la última de Woody Allen. Nos gustó bastante: una ligera comedia romántica de época bien interpretada. Las butacas, de cuero y reclinables, fueron un plus para que diera mis ya habituales cabezadas... Acabamos cenando en un agradable restaurante de Belgrano llamado Mooi (Lidia una ensalada, Fabiana y yo sendos arroces buenísimos) y nos retiramos a dormir pues estábamos reventados.  

Esta mañana, tras desayunar en una cafetería vecina un croissant (medialuna) y un donut (dona) de chocolate, hemos cogido (nunca decir este verbo en Argentina) el metro hasta el centro. Hemos paseado por la plaza de mayo, viendo la Casa Rosada y el Cabildo. Tras comprar el libro de Mathias Malzieu "El beso más pequeño" en La Librería de Avila y tomar algo en el histórico Café Tortoni de la Avenida de Mayo, hemos caminado por el bonito barrio de San Telmo. En el Paseo de la Historieta habían diversas estatuas de personajes de cómic argentinos, como Mafalda. Hemos comida en la plaza Dorrego mientras unos bailarines de tango bailaban para los turistas. Luego un taxi nos ha llevado al Caminito, en el barrio de La Boca, unas calles de lo más curiosas con edificios pintados de brillantes colores, al lado de La Bombonera, el estadio de fútbol del Boca Juniors. Luego otro taxi nos ha dejado en la espectacular librería El Ateneo, un antiguo teatro, dónde ademas de comprar (baratísimo) el nuevo disco de Weezer, hemos probado una tarta de chocolate con merengue tremenda. Tras pasear por la Avenida Santa Fe, llena de tiendas, hemos regresado en metro al apartamento donde nos alojamos. Como estábamos cansados, hemos cenado en casa una pizza excelente del Fortín Salteño. Buenos Aires es una ciudad enorme y muy curiosa: está repleta de edificios muy diferentes y mezclados de manera desordenada. Lo más feo cohabita con lo más atractivo en una armonía sorprendente. Me gusta y me descoloca.

Mañana seguiremos visitando Buenos Aires, y pasado volaremos de madrugada a Trelew, cerca de Península Valdés y Puerto Madryn, dónde pernoctaremos tres noches y veremos ballenas y leones marinos.

PD: lo de mieleros, para aquellos que se lo preguntan, es el término argentino para designar a los recién casados que están de luna de miel.

PD2: este ordenador no me deja acentuar las "a".







15 de octubre de 2013

'Lightning Bolt', de Pearl Jam: un disco redondo

El décimo disco de estudio de Pearl Jam en 22 años de carrera (una media de nuevo disco cada 2 años) es curiosamente el que más se ha hecho esperar: 4 largos años desde el notable Backspacer. Antes de entrar al análisis de los 12 temas que lo componen, dejadme dividir la carrera del quinteto de Seattle en tres etapas: la primera engloba sus años de gloria grunge, y está formada por la espectacular tríada Ten (1991), Vs. (1993; a mi juicio su mejor álbum) y el irregular Vitalogy (1994; dónde temazos conviven con algún experimento fallido). La segunda, que implica un cambio de sonido y una apertura a otros derroteros musicales que fue muy bien acogida por revistas "modernillas" como Rockdelux, comienza con el sorprendente No code (1996), seguido de Yield (1998), Binaural (2000) y Riot Act (2002). Todos ellos notables (Pearl Jam no han grabado nunca un mal disco, aunque sí que la mayoría de ellos tienen algunos temas prescindibles). La tercera y última etapa viene a ser una especie de renacimiento rockero, que se inicia con el imprescindible Pearl Jam (2006; el nombre lo dice todo) y sigue con el anteriormente mencionado Backspacer (2009). Y aquí es donde entra Lightning Bolt. Aunque a priori empieza con un par de temas muy rockeros (especialmente el segundo, "Mind your manners"), el álbum no tarda en mostrar sus numerosas piezas más reposadas (que no significan peores). Es por ello que no sé si sería conveniente hablar de una nueva y cuarta etapa de "madurez" en la discografía de Pearl Jam. Veremos qué nos depara el futuro, pero está claro que pese a sus momentos más bajos de popularidad, a principios del 2000, Pearl Jam se han convertido en unos clásicos, y nunca defraudarán. Dicho esto, vamos al grano:


-'Getaway': un inicio potente, como es habitual en todos sus discos. Pegadizo, con guitarras y un groove especial, demuestra que Pearl Jam no han perdido la chispa y les queda cuerda para rato.

- 'Mind your manners': como había comentado más arriba, el tema más agresivo del disco. Muy bueno por otra parte, pero que no representa en absoluto al resto de composiciones. La excepción que confirma la regla, seguro que será una delicia escucharla en directo.

- 'My father's son': un medio tiempo rockero, con una potente base rítmica. Tiene un punto experimental en la línea de bajo, pero el estribillo vuelve a ser puro Pearl Jam con un Eddie Vedder dándolo todo. De momento seguimos bien, pero que muy bien.

- 'Sirens': el baladón marca de la casa. Nada más que añadir. Desde ya, un nuevo clásico inapelable.

- 'Lightning bolt': el tema que da nombre al disco vuelve a tener el aura de clásico, con un crescendo, un estribillo y un solo de guitarra deliciosos. Quinto tema y el listón sigue altísimo.

- 'Infallible': pisamos de nuevo el freno, pero en esta ocasión con nuevos matices que provienen de los teclados, aunque el estribillo vuelve a ser 100% Pearl Jam.

- Pendulum': ojo, aquí sí que entramos en territorio desconocido. Una balada muy oscura, deudora de los tiempos de Binaural. No es un mal tema, pero es totalmente depresivo.

- 'Swallowed whole': vuelta al buen rollo con un medio tiempo marca de la casa, con reminiscencias a R.E.M. y calidad asegurada.

- 'Let the records play': un blues clasicote y sorprendente. No tiene nada de original, pero es una delicia dejarse llevar por sus riffs facilones.

- 'Sleeping by myself': otro clásico acústico de final de disco. Recuerda al enorme primer disco de Vedder en solitario. Buen rollito, nuevamente.

- 'Yellow moon': otra balada. Sí, se echan de menos un poco más de temas rockeros, pero con la calidad de canciones como esta no se puede discutir (no es en absoluto de relleno).

- 'Future Days': y sí, un nuevo tema lento... Este un pelo más prescindible. Pero es lo que toca para cerrar un álbum redondo, al que sin embargo le falta alguna canción más cañera. 

   

12 de octubre de 2013

Mi experiencia en Ràdio l'Hospitalet



El texto que publico a continuación forma parte de un proyecto de Paco Durán, de Ràdio L'Hospitalet, que lamentablemente no ha podido ver la luz. Éste nos pidió a los becarios de dicha radio que ha conocido a lo largo de sus muchos años en esta emisora que explicáramos nuestra experiencia allí.




DÍAS DE RADIO

Empecé como becario en Ràdio L'Hospitalet allá por la primavera de 1999. Contaba entonces con 24 años, y fue mi primera (y de momento, última) experiencia en este medio. Y no he vuelto a la radio no porque no me gustara, pues tengo buenos recuerdos de esa época, sino porque mi carrera profesional se dirigió, por azares del destino, a la prensa escrita. Si no me equivoco, la beca duraba unos tres meses, aunque posteriormente seguí colaborando durante una temporada como freelance haciendo pequeñas piezas que me encargaban. 

Entonces la radio tenía su sede en unos humildes bajos de un bloque de pisos cercano a la parada de metro de Can Serra (medio de transporte que utilizaba para llegar hasta allí), muy cercano al centro La Farga. Nunca antes había estado en esa zona. De hecho, creo que en poquísimas ocasiones anteriores había visitado l'Hospitalet, algo que me temo que sucede a la gran mayoría de barceloneses... La redacción se encontraba en el primer piso y allí conocí a los que fueron mis jefes y compañeros: Ángel, Fulgencio, Núria, Ángel León y a Paco, con el que trabé una amistad que dura hasta hoy, aunque casi no nos veamos (pero compartimos una gran afición al cine y a ciertos grupos de rock). 

Recuerdo que uno de los momentos en los que más nervios pasé fue antes de entrar en directo en un informativo. Creo que no lo hice mal, pero esos minutos antes de hablar se pasan mal cuando es la primera vez. Nada que ver con grabar piezas en el estudio, algo que hacía con mucha más asiduidad. También recuerdo que Ángel León era especialmente puntilloso y nos corregía a José María Dempere (compañero de prácticas y de universidad) y a mí, tanto nuestros textos como nuestra entonación. Creo que de él aprendimos bastante, aunque a veces fuese duro de pelar. 

Respecto a las anécdotas, explicaré aquí tres, que son las que seguramente tienen más gracia. Una que siempre me recuerda Paco: la de Brian Yuzna. Éste es un director de cine gore, y más concretamente de clásicos del género como Reanimator (y sus secuelas) o la tremenda El dentista (también con segunda parte), entre otras lindezas... La verdad es que hoy en día no levanta cabeza, pero por entonces le entrevistamos porque presentaba en el Festival de Sitges el film Faust, rodado en los estudios de l'Hospitalet. Por entonces nadie de la redacción sabía quién demonios era Yuzna, exceptuando un servidor, y por tanto me encargué de entrevistarle como si le conociera de toda la vida. 

La segunda se refiere a Ferran Adrià. El cocinero más famoso del mundo en la actualidad, hará unos 14 años no lo era tanto. Admito que cuando me dijeron de entrevistarle, no tenía ni idea de quién era... Como era oriundo de l'Hospitalet, me sugirieron preguntarle qué manjar nos recomendaba de dicha ciudad. Y él, campechano como lo sigue siendo, me recomendó unos cuantos locales de tapas de allí.
Finalmente, la última historia, so pena de parecerme al abuelo cebolleta. Seguramente la más divertida. Fue en verano, porque como íbamos mal de temas, me enviaron a La Farga a hacer encuestas para sacar algún reportaje. Pues hubo una vez en la que pasé mucha vergüenza: me tocó buscar a mujeres y preguntarles qué tipo de ropa interior preferían... Y grabar sus declaraciones para emitirlas, claro. Lo más complicado era seleccionar a mi víctima, pero una vez pasado el primer rubor, me fui animando y conseguí unos cuantos testimonios...

Hasta aquí mi paso por Ràdio L'Hospitalet, emisora de la que guardo un buen recuerdo, así como de sus profesionales. Actualmente me encuentro trabajando a media jornada en una editorial, ocupándome de sus webs y de sus redes sociales, y un par de tardes a la semana edito un suplemento cultural de un diario catalán, en el que también escribo crónicas de conciertos ocasionalmente. Por el momento no tengo ofertas de radio, pero tampoco me disgustarían...  

24 de agosto de 2012

Ultimo dia en Bombay

Hoy es nuestro ultimo dia en Bombay, y del viaje, pues la proxima madrugada volaremos de regreso a Paris y Barcelona.
Escribo desde el lujoso Taj Palace, donde llegamos ayer por la tarde procedentes de Kovallam. Alli llegamos en tren procedente de Kanyakumari (para variar, se retraso una hora) y luego con un taxista que nos dejo en la bonita playa de Kovallam. Tras ver un par de hoteles, nos decidimos por el Jeevan, con piscina y con una habitacion en primera linea de mar. Comimos en el Beatles y nos relajamos en unas tumbonas en la playa hasta la puesta de sol. Estaba lleno de mirones, que se ponian en el paseo, detras de nosotros, a mirar los bikinis de las turista occidentales. Por la noche cenamos en el Waves, un restaurante muy chulo cercano.



A la manyana siguiente desayunos en el hotel (aunque no estaba incluido en el precio), y estuvimos un rato en la piscina. Luego fuimos a la playa, que tiene un faro muy bonito, aunque no subimos a este.
Despues de comer algo, alquile un body board para surfear las olas durante una hora. Esta playa, a diferencia de la de Varkala, no es tan peligrosa, se toca pie mucho mas, y por tanto resulta mas agradable banyarse. Despues vimos la puesta de sol tomando una cerveza y acabamos cenando el Fusion, de los mismos duenyos que el Waves, pero en la punta de la playa.
Nos acostamos pronto porque a la manyana siguiente teniamos que madrugar para ir al aeropuerto, pero en la habitacion de al lado, o en el pasillo, unos indios estaban de fiesta con musica a tope, y no pudimos pegar ojo hasta entradas las 3 de la manyana...

Ayer por la manyana nos vimos a buscar un taxi para ir al aeropuerto de Trivandrum (al final no nos quedamos ni una noche alli, no habia nada de interes) y volamos a Bombay. Tomamos un taxi prepagado, aunque tuvimos que anyadir el peaje, para ahorrarnos el trafico y llegar a la ciudad por un nuevo puente enorme y espectacular.

Y llegamos al Taj Palace, uno de los mejores hoteles del mundo. Nuestra habitacion esta en el piso 17, con unas vistas increibles a la Puerta de la India. Pasamos toda la tarde en la piscina, y por la noche salimos a cenar al Mondegar cafe. No encontramos en la tienda Nike unas bambas que queria, las Rift (con el dedo separado), y acabamos tomando una cerveza en el bar del Leopolds. Luego regresamos al hotel y tomamos otra cerveza en el jardin de la piscina (mucho mas cara).




Ahora dejaremos el hotel y nos dirigiremos en taxi a Chowpatty beach y a Kotawadi, un barrio vecino a esta playa. Luego iremos a Malabar Hill. Por la tarde iremos al cine, antes de cenar y volver al hotel para coger las mochilas y tomar un taxi al aeropuerto.

Este viaje ha pasado rapido y lento a la vez. No he visto la India demasiado cambiada respecto a hace 10 anyos, aunque si Varkala, mucho mas turistica. Llegaremos a Barcelona a mediodia del sabado. Se acabaron mis vacaciones...






















 

20 de agosto de 2012

Rumbo a Kovalam

Escribo desde Kanyakumari, en la punta sur de la India. Al final cambiamos de planes y tomamos un tren directamente aqui. Manyana por la manyana tomaremos un bus hasta Trivandrum, y desde alli seguramente otro bus o un taxi hasta la playa de Kovallam, donde nos quedaremos un par de noches antes de volar a Bombay desde el aeropuerto de Trivandrum.

Nuestro penultimo dia en Varkala fue muy lluvioso, y no pudimos aprovechar demasiado la piscina de nuestro nuevo hotel (aunque nos banyamos un rato alli). Comimos de nuevo en el Trattorias (yo un pad thai bastante aceptable y Lidia unos noodles vegetales muy buenos) y volvimos a pasear hasta la playa de Oddayam. Por la noche, cenamos en el restaurante de nuestro hotel, situado en la planta mas elevada, con grandes vistas a la playa, como nuestra habitacion).

A la manyana siguiente desayunamos en nuestro hotel (estaba incluido) y nos metimos en un chiringuito de al lado de la playa antes de tomar un rickshaw hasta la estacion de tren. Compramos algunos tentempies de comida (patatas, samosas, galletas) para el tren, que iba con una hora de retraso. De nuevo cogimos vagon con aire acondicionado (hacia bastante frio). En tres horas nos plantamos en Kanyakumari, donde hacia un viento tremendo. Rickshaw hasta un hotel con piscina que no nos acabo de convencer, y anduvimos hasta otro, el Sea Shore, bastante mas caro y lujoso (aunque sin piscina), donde nos alojamos (pagamos 3 noches por adelantado, y nos hicieron un descuento del 20%).  Acabamos cenando en el vecino hotel Sea View (que tambien visitamos antes, pero que estaba lleno). Yo tome unas gambas super picantes (un dia me dara algo) y Lidia un pescado a la brasa muy bueno. Luego bajamos al bar del mismo hotel, donde tambien se puede comer, y nos tomamos una cerveza.

Ayer, tras desayunar en el hotel, paseamos por las playas de pescadores vecinas, caminando a traves de unas casitas humildes y nada turisticas. Llegamos, a pleno sol (es el unico sitio donde no nos ha llovido), hasta la punta de la bahia donde habia un templo y mucha gente banyandose (eramos los unicos turistas). En una tiendecita local nos tomamos una Mirinda y llegamos hasta una bonita iglesia cristiana, donde en la plaza de arena habian dos ratas muertas. De regreso, nos banyamos en una calita, y al poco tiempo nos vimos rodeados de chavales hindues que nos bombardeaban a preguntas y nos hacian fotos con sus moviles (lo de las fotos es algo habitual, mas de dos y tres veces nos han pedido fotos con ellos familias indias). Tras el banyo, camino hasta otro templo vecino al. hotel, y paseo por una especie de playa super concurrida por turistas indios. Entonces nos encontramos con un rickshaw que nos propuso llevarnos a una verdadera playa, a unos 12 km. Pactamos el precio, y que nos esperara una hora antes de regresar, y nos fuimos para alli. Muy chula y desierta, aunque hacia tanto viento que nos nos pudimos casi banyar ni estirarnos en la arena. Luego acabamos cenando en un restaurante vecino, yo otras gambas muy picantes, Lidia una sopa vegetal y unas lentejas. Y fuimos a otro bar, mas cutre (y barato), aunque despues volvimos al bar del Seaview, donde probamos una cerveza super fuerte llamada Commando (ver foto, es la leche).



Hoy tras desayunar hemos visita el mausoleo a Vivekananda, tras tomar un barco cinco minutos (esta a 400 metros) atestado de turistas indios.


De regreso, hemos comido una pizza y una hamburguesa y a Lidia le han pintado la mano con henna granate (ella no queria pero se lo han hecho). Ver foto.


Luego hemos paseado un poco mas por la playa y hemos vuelto al hotel a descansar.



Ahora iremos al templo hindu vecino y cenaremos. Y manyana rumbo a Kovallam, ultima parada antes de Bombay. Kanyakumari es radicalmente distinta a Varkala, solo hay turistas hindues, y es mucho mas autentica. Aqui muy poca gente te presiona para que compres en sus tiendecitas, como si que pasaba en Varkala.












16 de agosto de 2012

Desde una Varkala masificada y repleta de espanyoles

El pasado lunes empezo mal... Nos tenian que recoger a las seis y media de la manyana para ir a Munnar pero el conductor se presento a las siete y diez. Llovia y nos esperaban cuatro horas de coche hasta las montanyas. Al cabo de una hora y media paramos para ver como banyaban a unos elefantes en el rio. Mas tarde, nuestro conductor Anub, paro delante de unas cataratas. Tras muchisimas curvas llegamos a la pension que teniamos concertada, en las afueras de Munnar (con buenas vistas pero bastante cutre). Comimos alli con Adrian, un australiano de Melbourne que venia con nosotros en el coche. Luego volvimos a salir en coche hasta la Top Station, un mirador que se encontraba a 50 kilometros en una carretera rodeada de preciosas plantaciones de te pero con innumerables curvas. Pese a colocarme delante, al lado del conductor, para no marearme, llegue a nuestro destino mareadisimo... Nos esperaba bajar (y luego subir) muchos escalones muy empinados hasta llegar al mirador (por el que nos cobraron una modica cantidad para entrar). La vista, bastante espectacular, aunque no me imaginaba que iriamos tan lejos. Tambien pasamos por un lago con grandes vistas, en medio de un parque natural. De vuelta a Munnar, a punto de llegar al pueblo, sucedio lo inevitable: eche la gran potada. Muy apestosa, por cierto, segun me comento luego Lidia, tras asistirme con kleenex y toallitas. Tras la paradita, paramos en una tienda de alcohol para comprar cervezas. La cola era de locos, pero Lidia se colo habilmente. 
Cenamos en la pension y me quede hablando un rato con Adrian. Nos acostamos pronto puesto que estabamos reventados. 
A la manyana siguiente, visitamos el museo del te, donde nos mostraron el proceso de fabricacion del mismo y nos pusieron una peli que era pura propaganda de la empresa propietaria de todas la plantaciones, el grupo Tata, que fabrica coches y todo tipo de productos. Luego Anub nos condujo a un mirador (mas cercano) pero no vimos nada por la espesa niebla que habia. Finalmente nos dejo pasear un rato por las plantaciones de te, y volvimos a comer a la pension. Como teniamos tiempo, subimos en un elefante, Vadra, de 24 anyos (ver foto). Y regresamos a Cochin a media tarde (a medio camino nos pillo un diluvio bestial).

Le pedimos que nos dejara en la estacion de tren para comprar el billete a Varkala, pero no se podian comprar hasta el mismo dia, por lo que tomamos un rickshaw hasta el Goverment Guest House, pero estaba completo y anduvimos hasta el vecino hotel Saas (carillo, pero no tan bueno como el Grand).  Cenamos comida china (unas raciones gigantescas que dejamos a medias) en un restaurante muy decadente llamado South Star. Esa noche fue movida en el hotel: un grupo de adolescentes la estuvo liando hasta tarde. 

Al dia siguiente tomamos el tren (guarrisimo) hasta Varkala. Era el dia de la Independencia, y quizas por ello llego una hora tarde. En Varkala nos alojamos en el Eden Garden, en una habitacion increible en forma de pagoda cuyo interior parece una flor (ver foto). Comimos comida italiana muy buena en el Tratorias, al borde de los acantilados. Varkala, comparada con la de hace una decada esta mucho mas masificada, es una pena. Y esta repleta de espanyoles. Caminamos hasta la vecina playa de Oddayam, y por la noche cenamos en un chiringuito llamado Cafe del Mar, un pescado muy bueno. 

Hoy hemos ido a la playa, me he banyado aunque las olas gigantescas me han tumbado en la orilla. Hemos comido en el Cafe italiano (lentos y mediocres) y nuevo paseo por la playa de Oddayam (esta vez con sol). Ahora cenaremos y manyana nos cambiamos de hotel, a uno muy cercano con vistas al mar. 
Aqui van algunas fotos de nuestro viaje:



 Fuerte de Auladhabat

 Cueva budista de Ellora
 Templo hinduista de Ellora

 Baby Taj en Aurangabad
Backwaters

 "Mejillones"...

 Canoa por los canales
 Redes chinas de pescadores en Fort Cochi
 Dos paquidermos
 Cortadoras de te en Munnar

 Tres paquidermos
 Habitacion "1001 noches" en Varkala

Playa de Oddayam

12 de agosto de 2012

Rumbo a Munnar

Escribo desde Cochin (en la parte continental de Ernakulam). Manyana madrugaremos para ir de excursion a Munnar, una estacion de montanya con plantaciones de te. Se estara mucho mas fresco, aunque la verdad es que tampoco hace un calor extremo aqui.
Volviendo a donde lo deje, en nuestro ultimo dia en Bombay visitamos la estacion de tren de Victoria, impresionante, y luego anduvimos hasta el mercado de Crawford, donde dimos una vuelta por sus aledanyos y ajetreadas calles llenas de tiendas de todo tipo. Volvimos en taxi a comer al Leopolds. Luego un paseo por las calles arboladas de Colaba y vuelta al hotel para coger taxi al aeropuerto. El trafico, simplemente infernal, aunque nuestro conductor era un crack que no tocaba la bocina e ibamos con tiempo suficiente.
Al llegar a Aurangabad, nuevo taxi (este mucho mejor y con aire acondicionado) hasta el hotel MTDC, con una habitacion gigantesca, aunque con un banyo no demasiado limpio. Contratamos una excursion a las cuevas de Ellora para el dia siguiente porque tambien incluya otras localidades, y estaba bien de precio.
Cenamos en un restaurante indio muy bueno al lado del hotel.

Al dia siguiente, tras desayunar tostadas en el restaurante del hotel,  fuimos en un minibus, con una mezcla de turistas europeos e indios. Visitamos el fuerte, chulisimo, y llegamos a las cuevas, espectaculares. Aunque solo vimos tres de ellas (hay un huevo). Comimos alli un biryani (arroz con especies) con Dennish, un joven indio del grupo muy majo y luego nos dirigimos a un templo hindu, en el que tuvimos que descalzarnos y andar por el barro y un suelo asqueroso hasta llegar a la entrada. Alli dentro, en el altar, me tuve que quitar la camisa. Habia un frenesi de lo mas raro. Calor, incienso y gente enfervorizada, una gran frikada espiritual.

Nuestra siguiente parada fue en el baby Taj, una especie de mini taj mahal bastante conseguida. La entrada a todas estas localizaciones era mucho mas cara para los Europeos. Finalmente, ya sobre las cinco de la tarde, visitamos un molino de agua, totalmente prescindible. Acabamos cenando en el mismo restaurante de la noche anterior.

Al dia siguiente, de regreso a Bombay en avion, y desde el mismo aeropuerto vuelo a Cochin. Aqui nos alojamos en el Biju Tourist Home, un sitio muy limpio y barato, Tomamos un ferry hasta Fort Cochin para dar una vuelta por sus bonitas callezuelas, pero enseguida se nos hizo, de noche.Al regresar, caminamos hasta el restaurante del Grand Hotel, donde cenamos.Por la noche descubrimos que nuestro banyo no tenia agua caliente en la ducha (solo en la pica), por lo que al dia siguiente nos cambiamos a un hotel mujo mejor, el mismo Grand.

A la manyana siguiente, fuimos de excursion organizada por los backwaters, los preciosos canales que hay por aqui. Primero nos llevaron 45 minutos en coche (no cabiamos en la minicamioneta) hasta el embarcadero, desde donde tomamos un barco casa tipico e iniciamos la travesia. El guia era un cachondo. Paramos en una isla donde nos ensenyo plantas medicinales, y luego probamos una bebida tipica de alli muy dulce y unos supuestos mejilllones (en realidad mini almejas). Comimos arroz con salsas en el barco y luego hicimos un tour en canoa por los canales mas estrechos donde nos devoraron los mosquitos.

 De regreso, con un trafico de locos, nos cambiamos de hotel y tras descansar alli tomamos un rickshaw para cenar en un restaurante indio que no nos convencio (no les quedaba casi nada).  Volvimos andando al hotel y tomamos una copa en su bar, que parecia un puti club por su oscuridad y cortinas de perlas. Mi maythay de fresa estaba buenisimo, el gin tonic de Lidia no tanto.

Hoy hemos desayunado en el hotel y tomado un ferry a Port Cochin. Caminado hasta la sinagoga de Mattancherry, donde hemos hablado con un catalan un poco flipado llamado Roger, y luego hemos visitado el palacio holandes, un museo con murales indios del Ramayana y paneles con la historia local bastante aburridotes. Luego, comida en Caza Maria, un bonito restaurante vecino muy bueno. Mas tarde, rickshaw hasta el cementerio holandes, que estaba cerrado (yo lo visite hace 10 anyos) y paseo hasta la bonita iglesia de San Francisco, donde murio Vasco de Gama. Seguimos hasta el paseo maritimo, donde estan los pescadores de redes chinas, y nos tomamos unos zumos en un hotel vecino, antes de ir a ver un espectaculo de Kathacali, um teatro local en el que los actores van muy maquillados y hacen unas expresiones faciales muy exageradas. Ahora cenaremos en el hotel ya que manyana madrugamos para la excursion de Munnar (nos quedamos una noche alli). Volveremos el martes por la tarde, y el miercoles por la manyana tomaremos un tren a Varkala.  Alli nos quedaremos un par de dias, luego bajaremos hasta Kovallam, y de alli seguiremos hasta Kanyacumari, la punta mas al sur de la India, donde se reunen tres mares.

Desde Varkala escribire y colgare mas fotos.

Lidia's Post Scriptum; Vivita y coleando, sin problemas de tripa y disfrutando. Matizaria algunas cosillas que se que levantaran sonrisas en mas de un@ pero se nos acaba el tiempo de conexion... En el proximo post, cuento otras... cosillas. Besos.


 







   

9 de agosto de 2012

Fotos de Bombay y Elefanta

Lo prometido es deuda. Aqui van algunas fotos de Bombay y la isla de Elefanta, por si os damos un poco de envidia. Pasado manyana ya escribire con mas calma desde Kochin.

 La puerta de la India, con el hotel Taj Palace (donde nos alojaremos al final de nuestro viaje) a su izquierda


Una cabra dandonos la bienvenida en la isla de Elefanta


Estatuas de las espectaculares cuevas de Elefanta


Vista de la bahia de Bombay desde la mezquita de Haji Ali


 Lavadero de Mahalaxmi


Estacion de tren Victoria Central


 Vagon de tren reservado a mujeres

8 de agosto de 2012

Rumbo a Aurangabad

Nuestro hotel de Bombay, el YWCA (Young Christian Woman Association) no esta mal. Pese a una primera impresion un poco deprimente (las fotos siempre parecen mucho mas atractivas de lo que es), la verdad es que esta limpio y el servicio es amable. Ademas, incluye desayuno y cena. Lo unico malo son las camas, con un somier de madera durisimo y un colchon ultrafino.
El lunes por la manyana no despertamos tarde (yo baje a desayunar y luego me volvi a dormir), y tras tomarnos un te en el cafe Mondegar, comimos en un restaurante bastante pijo de Colaba llamado Indigo Delicatessen. Como el tiempo en Bombay es muy inestable por el monzon, al acabar de comer diluviaba y nos refugiamos en un cafe vecino a esperar que amainara. Despues emprendimos un paseo por la zona, siguiendo las recomendaciones de la guia. Cuando volvia a llover nos metiamos en tiendas. Pasamos por delante de distintos edificios victorianos muy bonitos (museos, bibliotecas, edificios oficiales, la universidad....) y llegamos al paseo maritimo Marine Drive. Alli subimos a la terraza con impresiones vistas del hotel Intercontinental para tomarnos una cerveza. De regreso al hotel, ya de noche (oscurece pronto, a partir de las siete de la tarde), cenamos alli (arroz con curry, y una sopa muy picante de espinacas) y luego volvimos a salir a tomar algo. Buscamos un bar de la guia que no encontramos, y por casualidad llegamos al hotel donde me habia alojado hace 10 anyos (Gulf Hotel). Una autentica porqueria. Incluso visitamos una habitacion, muy sucia y con las sabanas quemadas. Acabamos tomando una cerveza en el clasico restaurante Leopold's.

Ayer por la manyana, tras desayunar en el hotel, nos dirigimos a la puerta de la India para tomar un barco a la isla de Elefanta, donde hay una cuevas con esculturas hinduistas. Tras una hora de trayecto, al llegar al embarcadero caminamos hasta las cuevas subiendo unas escaleras flanqueadas de tenderetes de souvenirs. Por suerte no llovia. La cueva principal es impresionante, llena de esculturas de dioses hindues enormes. Nos compramos un librito y no cogimos ningun guia. Luego paseamos por otras cuevas menores, donde no habia gran cosa. De regreso, empezo un temporal y los marineros tuvieron que achicar agua.
Ya de nuevo en Bombay, nos hicimos fotos con una familia india delante de la Puerta de la India, y nos dirigimos al McDonald's de Colaba, donde yo probe el menu McMaharaja (como un big mac pero de pollo). Despues tomamos un taxi a la mezquita de Haji Ali, que se encuentra al norte, y nos vimos atrapados en un trafico infernal. Esta mezquita se encuentra al borde de la bahia, y se tiene que caminar por uno largo dique para llegar a ella, repleto de mendigos. Solo vimos a un par de turistas europeos alli. Tiene unas vistas inmejorables.
Luego caminamos un poco y tomamos un taxi hasta el lavadero de Mahalaxmi, uno de los mas grandes de Bombay, que ya estaba casi desierto. Desde alli nos perdimos por las callejuelas musulmanas, que estaban abigarradas de gente y de coches. Finalmente volvimos en taxi a Colaba, parando en el Mondegar para tomar una cerveza. Cena en el hotel y copa posterior en el bar Busaba, un local pijo y pequenyto vecino al Leopolds.

Hoy daremos una vuelta por la impresionante estacion de tren Victoria Terminus y alrededores, y a media tarde tomaremos un vuelo a Aurangabad, para visitar las cuevas de Ellora. En cuanto pueda colgare algunas fotos.

6 de agosto de 2012

Desde Bombay

Escribo desde el hotel YWCA de Bombay, al que llegamos ayer a las dos de la madrugada. El vuelo fue bien, exceptuando al tipo de delante que no paraba de reclinar su asiento para atrás. Una de las mochilas tardó un poco y después tomamos un taxi que en media hora nos dejó aquí.

3 de agosto de 2012

Destino: Bombay

Este domingo, a primera hora de la mañana, partimos hacia Bombay (vía París). Estaremos un par de días allí, y luego volaremos a Aurangabad, desde dónde visitaremos las cuevas de Ellora. Posteriormente volaremos a Kochin, en Kerala. En ese estado del sur de India pasaremos quince días, visitando distintos lugares. Ahora sí, empiezan las vacaciones.

1 de enero de 2012

Mi Top 10 musical de 2011

Este 2011 ha estado marcado por un resurgimiento de algunos grupos clásicos de los noventa, mi década favorita,como se refleja en mi lista.

1) Noel Gallagher: "Noel Gallagher's High Fying Birds"
2) The Black Keys: "El camino"
3) R.E.M.: "Collapse into Now"
4) PJ Harvey: "Let England Shake"
5) Wilco: "The Whole Love"
6) The Horrors: "Skying"
7) Beastie Boys: "Hot Sauce Committee Pt. 2"
8) Jane's Addiction: "The Great Escape Artist"
9) Foo Fighters: "Wasting Light"
10) Red Hot Chili Peppers: "I'm with you"

Mejor concierto del 2011: Dirty York en el Azkena Rock.